Los caballos en su hábitat natural o salvaje se agrupan en manadas, recorren largas distancias y pastan durante unas 18 horas todos los días. Ahora, la gran mayoría de los caballos lleva una vida muy diferente: pasan la mayor parte del tiempo encerrados en un box, solo comen (y de modo abundante) dos veces al día, y en general tienen poco contacto con otros caballos.
Este cambio tan drástico en su forma de vida puede ser la causa de numerosos problemas de salud y de comportamiento.
Por ejemplo, una estabulación prolongada y sin contacto con otros de su especie, a largo plazo puede producir aburrimiento y ansiedad, estrés e incluso miedo. Y las comidas cuantiosas a base de concentrados, con elevadas cantidades de grano, pueden provocar acidosis del intestino grueso y úlceras.
Ambas situaciones, a su vez, pueden ser el origen de los denominados vicios de cuadra, que también repercuten negativamente en la salud del caballo, como veremos a continuación.
Los vicios de cuadra son movimientos, acciones, o posturas repetitivas sin un fin concreto, y en general lo desarrollan animales en cautividad que no tienen la posibilidad de realizar su comportamiento normal. Estos vicios estimulan al caballo liberando endorfinas, cuya función es disminuir la ansiedad y generar bienestar. Una vez aparecen, son muy difíciles de controlar, reducir o anular por completo.
Estos son los principales vicios de cuadra:
Tragar aire
El caballo fija sus dientes sobre una superficie dura, arquea su cuello y tira hacia atrás, a menudo haciendo un sonido ronco. Este hábito es especialmente difícil de eliminar porque el caballo experimenta un subidón de endorfinas mientras ejecuta el movimiento. Este vicio puede ser causado por desequilibrios dietéticos, malestar gastrointestinal o aburrimiento y, como siempre, cuando hay insuficiente ejercicio o actividad física.
Su principal consecuencia es el desgaste de los incisivos, que provoca que no pueda alimentarse correctamente, lo que puede derivar en pérdida de peso, o bien el desarrollo de cólicos por acumulación de gases y distensión abdominal.
Pataleo
El caballo golpea repetidamente con sus patas el suelo, o bien da patadas en paredes y puertas. Esto, más allá de deteriorar las instalaciones, desgasta los cascos. Y ya sabemos que un desgaste excesivo del casco puede producir desde cojeras hasta contracturas a lo largo de toda la columna vertebral.
Este pataleo puede ser producido por diversas razones, como la ansiedad o el miedo. Es posible, por ejemplo, que un caballo no patalee en su cuadra, pero sí cuando sale de su zona de confort a concursos o espectáculos, por tratarse de un entorno desconocido.
El dolor también puede provocar el pataleo, por lo que, si persiste, deberíamos consultar a nuestro veterinario. Otra razón bastante común del pataleo es que se le haya enseñado a patear recompensándolo.
Caminar en el box
El caballo camina de un lado a otro o en círculos en su box. Este vicio puede ser un signo de malestar abdominal o bien otra manifestación de ansiedad.
Masticar madera
El caballo mordisquea los tablones de madera que hay a su alcance, tanto en el box como en un vallado. Aparte de los perjuicios que este vicio pueda provocar en las instalaciones, hay consecuencias para su salud, como tragarse una astilla y asfixiarse o herirse el paladar, la garganta o el esófago.
Este vicio puede ser una señal de que no hay suficiente fibra larga en su dieta o de que el caballo se aburre.
Para evitarlo, el caballo debe tener siempre a su alcance suficiente forraje, aunque sea sólo con el objetivo de que esté entretenido.
La estabulación de los caballos durante largos periodos de tiempo con escasa o nula actividad puede provocar, además, uno de los problemas digestivos más comunes. la acidosis del intestino grueso de la cual se derivan importantes disfunciones como cólicos por timpanismo (producción excesiva de gases) o infosuras (laminitis). A esta acidosis contribuyen decisivamente las dietas ricas en cereales y, por lo tanto, con elevados niveles de almidón y azúcares, que, por su exceso, se digieren en el intestino grueso en lugar de en el intestino delgado. Eso provoca una caída importante del Ph y la muerte de millones de microorganismos/bacterias (los/as que digieren la fibra), que liberan toxinas (endotoxinas) que pasan al torrente sanguíneo y originan la laminitis.
Con frecuencia, siguiendo una pauta adecuada de manejo, evitaremos la aparición de estos problemas y de los hábitos o comportamientos indeseables o al menos los minimizaremos.
Si no hemos podido prevenirlos, una vez se desarrollan, y aunque son difíciles de controlar por completo, podemos realizar cambios en su entorno y/o en su dieta que pueden ayudar a reducirlos. En cualquier caso, es importante tratarlos tan pronto tengamos constancia de ellos, bien consultando a nuestro veterinario o a profesionales equinos.
Permitir al caballo tener contacto con otros caballos en una zona de pasto cada día puede reducir la ansiedad y el aburrimiento. Esto también permitirá que el caballo libere la energía sobrante que acumula encerrado en un box.
Para algunos caballos, la mayoría de estos vicios se reducirán modificando su dieta, incluyendo más forraje y menos alimentos concentrados. Para otros -en especial los caballos de deporte que requieren gran cantidad de energía digestible- los suplementos nutricionales pueden ayudar. Balancer PRO, debido a sus propiedades nutricionales, asegura la ingesta de nutrientes esenciales como aminoácidos, vitaminas, minerales y probióticos para estimular y proteger la flora intestinal del intestino grueso.