Todo empezó en 2008. El plan era disfrutar una jubilación tranquila y soleada en Rojales (Alicante), pero se encontró con Luceiro, un caballo abandonado y al borde de la muerte, al que decidió dar una segunda oportunidad. Así nació Easy Horse Care Rescue Centre, un santuario de referencia internacional que ya ha rescatado a cerca de 200 equinos.
(Fotografías realizadas por Elaine Warnock, Marijke van der Meulen, Tia Wesson y Cha Jean)
Sue, ¿qué aporta Easy Horse Care Rescue Centre al mundo del caballo?
Nuestra misión es rescatar y rehabilitar caballos, ponis y burros que han sufrido abusos, negligencias y abandonos, a la vez que hacemos campaña por un mejor trato animal en España. Sin duda, hemos ayudado a muchos equinos en nuestra área.
(¡Odin está a mi lado y dice que está de acuerdo!)
Sin santuarios como Easy Horse Care Rescue Centre, sería muy difícil, si no imposible, que las autoridades se incautaran de caballos, ponis y burros en esas situaciones que describía, dado que no tienen instalaciones para albergar animales grandes.
A pesar de su envergadura, este proyecto surgió de un modo accidental, ¿verdad?
Sí. Nos mudamos de Inglaterra a España en 2001, en busca de una jubilación al sol, relajada y sencilla. Pero todo cambió en 2008 con Luceiro, un semental de dos años que nos encontramos encerrado en un establo asqueroso y oscuro. Tenía el ojo izquierdo muy dañado y podrido, y se golpeaba continuamente contra las barras de su box porque las moscas le estaban volviendo loco.
Nos lo llevamos a nuestra finca… y pronto recibimos más llamadas sobre casos de maltrato o negligencia. ¡Así fue como decidimos crear nuestro refugio!
Una decisión que ha marcado una manera de vivir… Sue, a lo largo de todos estos años, ¿cuántos caballos habéis rescatado?
En total, 190 caballos, ponis y burros.
¿A cuántos acogéis actualmente?
Hoy en día tenemos 122 equinos viviendo en el santuario, de los cuales 93 son caballos y ponis.
Cuéntanos dónde viven estos animales y qué cuidados reciben.
La mayoría viven en el exterior, en un terreno de 16 200 m². Y también tenemos una zona de cuadras con 33 boxes para los que necesitan cuidados especiales.
En nuestro santuario reciben todos los cuidados que necesitan para gozar de la mejor calidad de vida posible.
Tenemos una veterinaria fantástica, Dorothea Dudli von Dewit y nuestro herrador también hace un trabajo increíble. Los dos colaboran para diseñar herraduras ortopédicas para los numerosos caballos que llegan con articulaciones dañadas.
Y si un animal necesita hospitalización, contamos con la profesionalidad del equipo del Hospital veterinario San Vicente, en Alicante.
Algunos animales llegaron en estados tan extremos que necesitaron cirugía reconstructiva, por ejemplo, tenemos un caballo que mandamos a Barcelona para tener una pata reconstruida con placas de metal por uno de los mejores cirujanos equinos de Europa.
Hacemos todo lo posible para que puedan vivir cómodamente y felices, sin mirar el precio.
¿Y en el plano de la alimentación?
Usamos el Tecnofiber de Covaza, con una ligera modificación del nivel de proteína solicitado por nuestra veterinaria para que sea adecuado también para burros y ponis y para todo tipo de equinos enfermos (laminitis, Cushing…).
Sin duda, Covaza es la mejor alimentación que hemos probado en España. Y Carlos (Corts, gerente de la firma), con quién trabajamos en nuestra área, está muy atento a nuestras necesidades especiales y recibimos un producto de muy, muy buena calidad. Estamos al 100 % satisfechos.
La verdad es que nos alegra mucho formar parte de este bonito proyecto. Sue, ¿qué balance haces de estos primeros 14 años y cuáles son vuestras metas a corto plazo?
Estoy muy orgullosa de lo que nuestra organización ha cumplido desde su creación. Cuando empezamos, la gente decía que era un proyecto loco, sin futuro, pensaban que la policía nunca se involucraría… Pero al final hemos demostrado que se equivocaban. ¡Ahora nos llega apoyo desde varios países del mundo! Hemos puesto todos nuestros bienes a nombre de la fundación y no lo lamentamos ni un segundo.
En los próximos años, esperamos que nuestra organización crezca aún más para ayudar equinos en una zona más extendida. También queremos hacer un trabajo de sensibilización y educación, y desarrollar nuestras colaboraciones con policías locales y ayuntamientos para permitir actuaciones rápidas frente a casos de maltrato o abandono.
Para eso es necesario contar con recursos. ¿Cómo se financia Easy Rescue Horse?
Aunque tengamos cada vez más apoyo de las autoridades por el servicio que proporcionamos, dependemos al 99% de donaciones privadas. Los gastos del refugio (comida, agua, luz, veterinario, herrador, tratamientos, mantenimiento de las instalaciones…) alcanzan unos 5.000 euros por semana. No podríamos hacer este trabajo sin el apoyo de nuestra comunidad de seguidores, tanto local como internacional. ¡No podemos estar más agradecidos a todas las personas que lo hacen posible!
¿De qué manera se puede ayudar?
Se pueden hacer donativos o amadrinar a un caballo desde 5€ al mes.
Además, se puede donar muebles, ropa, accesorios y otras curiosidades para nuestras tiendas benéficas, ubicadas en La Siesta (Torrevieja), La Zenia y Ciudad Quesada (Rojales).
Otra forma de ayudarnos es haciéndose voluntari@. La limpieza diaria y la distribución de las comidas están gestionadas únicamente por voluntarios (¡son verdaderos héroes!).
También se puede reservar una visita guiada para escuchar las increíbles historias de superación de algunos de nuestros caballos más famosos, como Bronson, que sobrevivió tras ser golpeado con un martillo, o Luceiro, del que os he hablado antes y que, aunque perdió un ojo, sigue siendo uno de los caballos más majestuosos.
¿Alguno está en condiciones de reeducarse para montar? Si no es posible con los caballos rescatados, ¿quizá sí con los potros que han nacido en el santuario?
Muy pocos de nuestros caballos rescatados están aptos para montar. Llegan a nuestro santuario después de haber sido incautados por maltratos y negligencia, o abandonados. En muchos casos, los dueños dejaron de cuidarlos porque ya tenían problemas de salud y no les servían; y en otros, la falta de cuidados apropiados provocó los problemas.
Muchos de nuestros residentes son muy mayores y algunos de los jóvenes también tienen problemas neurológicos o genéticos por la reproducción descontrolada y el mal estado de las yeguas durante el embarazo.
Terrible, aunque en el santuario nos consta que están disfrutando la vida que merecen. Sue, de dónde viene esa afición por los caballos?
No estoy segura. Tuve una infancia muy normal, no crecí con caballos, aunque solía dibujarlos. Tuve mi primer caballo cuando tenía 36 años y fue cuando aprendí cómo cuidarlos. Creo que tengo una conexión especial con ellos, les entiendo naturalmente…
¿Qué significan para ti?
Son mi forma de vida. He pasado estos últimos 30 años con ellos. Ahora no puedo imaginar mi vida sin caballos. Me hacen sentir realizada.
No podemos terminar esta entrevista sin compartir con nuestros lectores un caso que nos has contado recientemente. Odín es un caballo que llegó emaciado y ahora está en muy buen estado.
Sí. Odín llegó al santuario en noviembre pasado. La Policía nos pidió ayuda para recogerle en una finca donde estaba abandonado. Estaba extremadamente emaciado, cerca de la muerte. No sabemos cómo conseguía quedarse en pie. Si hubiéramos llegado dos días después, creo que habría sido demasiado tarde.
Es un caballo mayor, tiene unos 30 años y muchos problemas: debilidad del corazón, daños en las articulaciones, dientes infectados, cálculos intestinales, Cushing… ¡Casi todo lo que pueda afectar a un caballo!
Durante las primeras semanas, éramos bastante pesimistas, pero nos sorprendió con sus ganas de vivir. Reaccionó muy bien a los tratamientos para el corazón y Cushing, su estado se estabilizó y tuvo una operación quirúrgica para extraer una raíz de diente infectada muy profundamente en la mandíbula.
Ha ganado mucho peso y se transformó en un caballo hermosísimo. ¡Está irreconocible!
La alimentación ha tenido un papel importantísimo en la recuperación de Odín. No puede comer forraje debido a sus cálculos intestinales. Por su edad y su corazón, cualquier cólico le podría resultar fatal. Así que está alimentado al 100% con pienso Covaza y el resultado es estupendo.
Parece que Odín, además, es un gourmet. Una leve variación en uno de los productos del Tecnofiber no fue de su agrado y hubo que prepararle el pienso anterior para que volviera a comer…
En efecto. Sorprendentemente, este caballo, que estaba muriéndose de hambre, se ha vuelto muy exigente con la comida (risas). Cuando en Covaza cambiaron ligeramente la receta del pienso, no le gustó nada y lo rechazó, ¡Tuvimos que pedir dos palés de la antigua fórmula especialmente para él! Ya está muy contento… ¡Le gusta tanto y ha cogido tanto peso que tenemos que refrenarle un poco!
No imaginas la alegría que nos produce contribuir en la medida de nuestras posibilidades a que Odín disfrute la felicidad que merece. Sue, ¿alguna idea más que desees compartir?
Queremos agradecer a Covaza la calidad del producto que nos entregan, que lleva todos los niveles de vitaminas, proteínas y nutrimentos adecuados. El papel de la alimentación es crucial en la recuperación de nuestros animales, y Covaza nos proporciona exactamente lo que necesitan.
Muchas gracias por vuestra confianza, por vuestra magnífica labor y por tu tiempo, Sue.
A vosotros.