Sobre la saliva de los caballos

¿Sabías que la producción de saliva en el caballo SOLO se produce por el movimiento masticatorio?

A los caballos NO se les «hace la boca agua» como a nosotros cuando vemos un suculento guiso o un delicioso pastel.

Ellos solo producen saliva cuando mastican. De ahí la importancia de provocar la masticación con el aporte de forrajes y tamaño de las partículas de los piensos, como los mixes y pellets de 5 y 8 mm de Covaza Nutrición Equina.La saliva se produce mascando

Conocer el sistema digestivo de los caballos para alimentarlos mejor

Conocer las particularidades del sistema digestivo de los caballos nos ayudará a cuidar la salud de nuestros equinos.
Y es que dichas peculiaridades les predisponen a ciertas alteraciones y problemas digestivos que podremos prevenir con un adecuado manejo alimentario.

El sistema digestivo equino se divide en dos grandes partes:

La parte delantera:
compuesta por la boca, esófago, estómago e intestino delgado.

Esa parte es muy similar a cualquier animal monogástrico (con un solo estómago), como el cerdo, el perro o nosotros mismos.

La parte trasera:
que comprende el intestino grueso, compuesto por ciego, colon y recto.

Esta parte del sistema digestivo del caballo es más parecida a los rumiantes o poligástricos como la vaca y la oveja.

Cada uno de estos componentes del sistema digestivo tiene peculiaridades relacionadas con el manejo de la alimentación.

Ilustración del sistema digestivo del caballo

La boca

Su principal misión es la de aprehender, coger el alimento, romperlo, masticarlo y mezclarlo con la saliva producida solo por el hecho de la masticación (no por oler o ver el alimento como nos pasa a los humanos cuando tenemos hambre).

La producción de saliva es muy importante para que el alimento se lubrifique correctamente y sea tragado sin dificultad ni atragantamientos. Un caballo puede producir de 5 a 10 litros diarios de saliva.

Está demostrado que los pellets de mayor tamaño provocan una mayor masticación y, por tanto, insalivación, algo que tenemos muy en cuenta en los piensos en formato Pellets de Covaza  Nutrición Equina. También los Mix de Covaza, por componerse de partículas de distintos tamaños y formas, favorecen la masticación del caballo.

El esófago

El esófago se extiende desde el paladar hasta el estómago. Termina en una válvula muy poderosa que se llama cardias que sólo se abre en dirección hacia el estómago y no al contrario.

Esta particularidad hace que los caballos no puedan eructar, ni vomitar, por lo que están predispuestos a una distensión gástrica y cólico. Esto debe hacernos tener un especial cuidado con el tipo y estado de conservación de los alimentos que proporcionamos a nuestros caballos.

El estómago

Se divide básicamente en dos secciones, la glandular y la no glandular. Con una capacidad aproximada de 15 litros (el 10% del total del sistema digestivo), el estómago del caballo tiene, además, un ambiente ácido, pues su ph oscila entre 1.5 y 2.

En él se absorbe una pequeña parte de la proteína, y el alimento tarda en pasar por él entre 20 y 30 minutos.

El intestino delgado

Dividido en duodeno, yeyuno e íleon, tiene una longitud de unos 21-25 metros (del total del sistema digestivo, representa el 75%. Y de su volumen, un 30% del total).

También tiene un ambiente ácido, aunque menor: el ph oscila entre 2.5 a 3.5.

En el intestino delgado del caballo se absorben casi todos los nutrientes: proteína, grasas, hidratos de carbono y, en el íleon, los minerales.

El alimento tarda en pasar de 4 a 5 minutos hasta 2 horas.

Además de ayudar a la insalivación, una mayor masticación del alimento por parte del caballo reduce el tamaño final de las partículas que lo componen, lo que facilitará a las enzimas del intestino delgado extraer al máximo los nutrientes.

Y el intestino grueso

Dividido en ciego, colon y recto, tiene una longitud de unos 7 metros, aunque su volumen es el mayor de todo el tracto gastrointestinal: unos 150 litros (el 60% de todo el sistema digestivo).

Aquí el ph ya es casi neutro, entre el 6 y el 7 (normalmente de 6,7).

El intestino grueso del caballo es la auténtica cámara de fermentación de los forrajes donde cerca de 400 especies distintas de microorganismos absorben la fibra que contienen en forma de ácidos grasos volátiles (acetato, butirato y propionato).

El paso o flujo del alimento es muy lento, puede tardar 22 h o incluso 2 días.

Esta «cámara» tiene la peculiaridad de requerir un funcionamiento continuo; es decir un aporte de forraje continuo de pequeñas cantidades.

El tiempo en que tarda en pasar el alimento por el sistema digestivo, dependerá de la cantidad de comida que se suministre en cada toma: a mayor cantidad, menor tiempo de paso.
También dependerá de la forma física del alimento (por ejemplo los forrajes tardan más en pasar que los concentrados, bien sean pellets o granos de cereales).

El forraje es, por tanto, fundamental.
Estudios procedentes de otras especies animales demuestran que una ralentización del paso de la ingesta por el tubo digestivo hace que se aprovechen en mayor medida los nutrientes.

Mantener un intestino grueso sano, implica, directamente, mantener un caballo saludable y con un nivel de rendimiento (si hablamos de deporte) muy superior.

 

No  nos cansaremos de recordar que el sistema digestivo del caballo está diseñado para proveerle de alimento bajo la regla de «muchos pocos».

Baste citar un peligro asociado a la falta de forraje: el caballo, al contrario que nosotros, no dispone de vesícula biliar, y la segregación de la bilis es constante independientemente de que el aparato digestivo reciba o no alimento sobre el cual pueda actuar.

Ventajas del henolaje para los caballos

pasto para henolajeTodos sabemos que los forrajes constituyen la mayor parte de la dieta diaria de nuestros equinos, ya que los necesitan para mantener una buena salud. Hablamos, por supuesto, de un forraje de calidad.

Dentro del grupo de los forrajes podemos distinguir entre los frescos o verdes y los conservados.

Forrajes verdes o frescos son los pastos y la hierba verde (con un contenido en humedad mayor del 80%) y forrajes conservados son, entre otros, los henos de gramíneas y/o de leguminosas, los ensilados y los henolajes.

¿Por qué elegir henolaje para los caballos?


(más…)

La alimentación de los caballos mayores

La alimentación de un caballo mayor exige una especial atención para proporcionarle los alimentos adecuados y el nivel de nutrientes necesarios para cubrir o paliar en la medida de lo posible los daños ocasionados por el simple transcurso del tiempo.

Los caballos de edad avanzada que se mantienen en buenas condiciones corporales, aunque no requieran modificaciones en su alimentación, pueden beneficiarse de dietas con niveles de proteína superiores a los estándares (12% a 16%) e incluir en su ración fibras altamente digestibles, y alimentos procesados para mejorar o facilitar su digestión y aprovechamiento.

En aquellos caballos que tengan una condición corporal pobre, deberemos hacer una evaluación y examen general de salud y una revisión de su dieta y de su manejo nutricional para averiguar la causa de la pérdida de peso. En la mayoría de ocasiones se deberá a problemas dentales e irregularidades en la cavidad bucal o bien en la reducción de la ingestión de alimento, ya sea por estar en manada y competir por el alimento o por problemas articulares y de movilidad.

En los caballos con severos e irreversibles problemas dentales podemos seleccionar forrajes suaves, además de cortarlos o machacarlos como los caballos harían con unos dientes y molares sanos.

Marqués, caballo veterano que vivió feliz muchos años en el Club Hípico el Sayton

Marqués, caballo veterano que vivió feliz muchos años en el Club Hípico el Sayton

 

¿Cómo recuperar o mantener el peso de un caballo mayor?

La pérdida de peso en un caballo mayor puede deberse a falta de apetito, problemas dentales, disminución de la absorción intestinal (y, por tanto, menor aprovechamiento de los nutrientes contenidos en el alimento), por suministrársele alimentos inadecuados en su forma o niveles nutricionales, por enfermedades renales y/o hepáticas, por la enfermedad de Cushing….

Por lo tanto, el primer paso sería acudir a un veterinario para descartar problemas mayores. Si, afortunadamente, no fuera el caso, tenemos que evaluar la dieta y el manejo de alimentación de nuestro caballo, ya que en muchos casos un cambio en la dieta (en cantidad y/o calidad)  o en la forma de administrarla mejorará el consumo del alimento y la condición corporal del caballo. Estimular el apetito del caballo es muy importante para que recupere una buena condición corporal.

En caso de estar estabulado es aconsejable que el caballo pueda ver a otros caballos mientras comen. Si está en el prado, habría que cederle un espacio para él sólo con el objetivo de eliminar la competencia por la comida con el resto de la manada.

También debido a la edad, los problemas articulares de los caballos son frecuentes. En un caballo de pie en posición normal, su centro de gravedad se encuentra justo detrás de la cruz, pero cuando baja la cabeza para pastar o comer, se desplaza hacia delante, con lo que recae mayor peso sobre las extremidades anteriores. Y si éstas están afectadas por problemas articulares (artritis, osteoartritis…), el caballo rehusará agachar la cabeza para comer, por lo que sería adecuado elevar sobre el nivel del suelo el alimento, con un pesebre por ejemplo.

Otra posible causa de la pérdida de condición corporal del caballo de edad avanzada es el mal estado de sus dientes. Los caballos poseen una estructura dental preparada para hacer frente durante toda su vida a la masticación de forrajes, su principal alimento. Pero a los 20 años los dientes del caballo, que han estado creciendo de 2 a 3 mm al año, cesan el crecimiento.

Si todos los caballos deben someterse a revisiones dentales periódicas al menos una vez al año, cuando nuestros equinos son mayores tenemos que duplicar las visitas del dentista.

Indicios de problemas dentales los encontramos, por ejemplo, cuando al caballo le cae el pienso de la boca, padece atragantamientos u observamos en las heces material fibroso de mayor longitud de lo normal, que es de 3.7 mm.

En estos casos, además de la visita del especialista, deberemos proporcionarle fibra de digestibilidad elevada, evitando forrajes muy lignificados. Los tallos tiernos del pasto, así como forrajes que contengan gran cantidad de hoja son los recomendados ya que son más fáciles de masticar.

También es aconsejable restringir forrajes de leguminosas por su elevado aporte de calcio, lo que reduce la absorción del fósforo.

En cualquier caso, y de manera general, siempre hay que considerar la dieta en su conjunto para poder determinar qué forraje puede ser el más adecuado y equilibrado, en conjunto con el concentrado que suministremos.

Concentrados idóneos para caballos mayores

Los concentrados adecuados para caballos de avanzada edad que no consiguen mantener una buena condición corporal deben contener mayores niveles de proteína bruta (12%-16%) frente a los concentrados para caballos adultos (10%-12%) y, sobre todo, niveles altos de aminoácidos esenciales (lisina, metionina, treonina…).

También incluirán grasa bruta, del 4% al 7%, y los minerales mayoritarios deben ser el calcio, alrededor del 1%, y el fósforo, entre 0.5%-0.6%, siempre manteniendo la relación Ca/P en 2:1.

En el apartado de vitaminas, los concentrados para caballos mayores deben contener vitamina E y vitamina C para reforzar su sistema inmunitario. Esta formulación es la que contiene el pienso Veterans, de Covaza Nutrición Equina.

Los concentrados, además, han de ser de la mayor digestibilidad posible, a través de su procesado, bien sea por granulación, cocción o extrusión.

No hay que olvidar nunca un adecuado manejo nutricional. El aporte diario recomendado de alimento es del 2% del peso vivo del caballo (por ejemplo 9 kg/día  de alimento -concentrado más forraje- para un caballo de 450 kg de peso), y esta cantidad debe repartirse en, al menos, cuatro veces al día.

Además, los caballos deben tener acceso a agua de calidad y bloques minerales constantemente.

Duque un caballo mayor

La Vitamina A en los caballos

 
ojo de caballo
 

¿Para qué sirve la vitamina A en los caballos?

La vitamina A o retinol es una vitamina esencial para la visión, crecimiento y diferenciación del tejido epitelial, crecimiento óseo, reproducción y desarrollo embrionario de los caballos y el resto de las especies animales. También interviene en la respuesta inmunológica (producción de anticuerpos y fagocitosis).

La vitamina A es una vitamina liposoluble y por tanto su mecanismo de absorción está estrechamente relacionado con el de las grasas.
El  organismo es capaz de almacenar cantidades importantes de esta vitamina en el tejido adiposo.

El hígado almacena el 90% de la vitamina A corporal; el 10 % restante se almacena en el riñón, pulmón, glándulas suprarrenales y sangre.

potrillo alazan

¿Qué alimentos contienen vitamina A?

La vitamina A sólo está presente de forma natural en alimentos de origen animal como el huevo, carne, leche, queso, mantequilla, hígado, riñón y aceites de pescado.

Los alimentos de origen vegetal solamente contienen los precursores de la vitamina A (provitaminas), los carotenoides, y principalmente  el  betacaroteno. Alimentos ricos en  betacaroteno son la zanahoria, calabaza, batata, melón, calabacín, pomelo, albaricoque, brócoli y espinacas.

El animal es capaz de convertir los carotenos en vitamina A. Esta conversión depende, entre otros factores, de la forma de enlace, de la  especie animal y de las cantidades ingeridas.

¿Consumen suficiente vitamina A los caballos?

Aunque los pastos verdes y forrajes tiernos contienen carotenoides (entre ellos el betacaroteno o pro-vitamina A, que puede ser metabolizado en el intestino delgado y también en el hígado), los caballos parecen ser bastante ineficientes en obtener vitamina A mediante la metabolización de los alimentos.

El empleo de piensos, como todos los piensos Covaza, que contengan y garanticen el aporte de vitamina A es absolutamente necesario para evitar deficiencias de esta vitamina.
Y es que los alimentos más comúnmente utilizados para los caballos contienen muy bajos niveles de vitamina A.

Alimentar al caballo con energía… ¿fría o caliente?

Los piensos deben aportar un equilibrio entre la energía fría y la energía caliente según el ejercicio a realizar.

Energía fría

Los caballos que realizan esfuerzos de poca intensidad pero prolongados, propios de disciplinas como el raid, el concurso completo y el enganche, necesitan piensos con energía ‘fría’:  procedente de aceites y grasas vegetales que se libera de manera lenta con el transcurso del tiempo.
Estos caballos deben evitar, en la medida de lo posible, piensos con altos niveles de hidratos de carbono (es decir, almidón).

Un ejemplo de pienso con energía fría es Covaza Sport Performance.

 

 

Sport Performance. Saco de 25 Kg.

Energía caliente

En cambio, los caballos que se ejercitan en disciplinas que precisan un esfuerzo intenso en un plazo de tiempo corto (carreras, polo) necesitan alimentos con energía caliente, proveniente de los hidratos de carbono no estructurales (almidón de los cereales), que se libera de manera inmediata.

Nuestra propuesta Covaza POLO Sport Mix.

Saco del pienso Covaza POLO Sport Mix

 

Los piensos deben aportar un equilibrio entre las dos energías según el ejercicio a realizar.

Pero en general, a no ser que nuestros caballos se dediquen a las disciplinas más ‘explosivas’, es más saludable que les demos piensos ricos en grasas y bajos en hidratos de carbono.
¿Por qué? Porque esta dieta tiene beneficios importantes para nuestro caballo como favorecer la disminución de la temperatura corporal durante la realización del ejercicio y prevenir enfermedades musculares habituales en caballos de deporte como la enfermedad de los lunes o rabdomiólisis recurrente crónica.

Para los que quieran una explicación un poco más científica, recomendamos seguir leyendo.

El combustible del caballo: los alimentos

Los alimentos son las sustancias que un organismo, en este caso el del caballo, toma del exterior y que, tras el proceso de la digestión y absorción, le proporcionan un conjunto de sustancias más simples denominadas principios inmediatos.

Estos principios inmediatos son las proteínas o prótidos, grasas o lípidos, hidratos de carbono o glúcidos.
Todos son indispensables para la vida del caballo: para su crecimiento y para la formación de reservas nutritivas que proporcionan energía para la actividad fisiológica de las células y de los tejidos, de la cual la parte más importante es la producción de calor (termogénesis) y el trabajo muscular del caballo.
Los alimentos son, en definitiva, el combustible que necesita el caballo para generar energía.

Estas sustancias nutritivas, una vez absorbidas y transportadas del tubo digestivo al torrente sanguíneo, sufren unas complejas transformaciones químicas y energéticas que se conocen con el nombre de metabolismo.

El metabolismo energético del caballo

Los hidratos de carbono y las grasas son los principios más eficientes para la producción de energía. Las proteínas también generan energía, pero de una manera más ineficiente.

Los granos de cereales y sus subproductos, así como los forrajes, son ricos en hidratos de carbono.
Los contenidos en los dos primeros se denominan hidratos de carbono no estructurales o de reserva, y los contenidos en los forrajes se denominan hidratos de carbono estructurales; es decir, que forman parte de la estructura vegetal, y son las hojas y los tallos de la planta.

Uno de los hidratos de carbono no estructurales más importantes es el almidón, el cual tras su metabolización se convierte en glucosa, que pasa a la circulación sanguínea y es utilizada inmediatamente para la generación de energía si la requieren los músculos. Si no es así, esta glucosa se almacena como glucógeno en el músculo y en el hígado para cuando sea necesario.

A partir de los hidratos de carbono estructurales también se genera energía, pero en menor medida y rapidez; tras su metabolización se convierten en ácidos grasos volátiles.

La obtención de energía a través de la utilización de los hidratos de carbono puede hacerse en presencia o en ausencia de oxígeno.
Sin embargo la generación de energía utilizando las grasas sólo es posible con presencia de oxígeno.

El metabolismo energético que se produce en presencia de oxígeno es un metabolismo aeróbico, y el que se produce en ausencia de oxígeno es anaeróbico.

El que se produzca energía bajo la presencia o ausencia de oxígeno dependerá de la cantidad de energía requerida por unidad de tiempo, si los requerimientos energéticos son bajos teniendo en cuenta el tiempo, la energía procederá del metabolismo aeróbico de las grasas principalmente.

Si las demandas energéticas siguen aumentando en la misma unidad de tiempo, la energía en su mayor parte vendrá por el metabolismo también aeróbico de los hidratos de carbono, y finalmente si los requerimientos energéticos son muy elevados por unidad de tiempo, el aporte de energía se dará a través del metabolismo anaeróbico de los hidratos de carbono.

Metabolismo aeróbico y anaeróbico en el caballo

Podemos pensar que no es importante que la energía provenga a través del metabolismo aeróbico o anaeróbico; la cuestión es que llegue energía a las células musculares para que éstas puedan desempeñar el trabajo físico.

Pues bien, la principal ventaja de utilizar el metabolismo aeróbico frente al anaeróbico es su mayor eficiencia, ya que la cantidad de energía liberada por la digestión de cada gramo de glucosa (que proviene de la digestión del almidón contenido en los hidratos de carbono no estructurales de los alimentos) es casi 20 veces mayor cuando se realiza a través del metabolismo aeróbico que cuando se emplea la vía anaeróbica.

Ya se llevan algunos años investigando científicamente raciones ricas en hidratos de carbono frente a raciones con un contenido en grasa más elevado y las conclusiones son las que hemos expuesto al inicio de este artículo.

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