COVID-19: CONSEJOS SOBRE ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN EQUINA

 

La pandemia del coronavirus también está afectando a nuestros caballos. Tras la declaración del estado de alarma, no está permitida la monta o cualquier otro uso deportivo, y este cambio influye decisivamente en sus necesidades nutricionales.
Dicho de otro modo: este ‘descanso forzoso’ exige variaciones en su pauta de alimentación para preservar el bienestar y salud de nuestros caballos.

 

Desde Covaza Nutrición Equina os proponemos unos consejos que pueden seros muy útiles en este periodo de confinamiento:

1.- Aumentar los forrajes

El caballo es un herbívoro. Para su fisiología digestiva, los forrajes de calidad son el alimento más adecuado, por su gran contenido en fibra.
En esta situación, el aporte diario debe constituir la mayor parte de su ración (entre el 1’50% y 2’00% del peso vivo del caballo) y, en ocasiones, su totalidad: el 2’50%. En este último caso, puede ser conveniente el aporte extra de vitaminas (Vitaminer).
No obstante, debemos evitar proporcionarle grandes cantidades de forrajes muy lignificados (paja de cereales), pues podrían provocar cólicos por impactación, más aun si el acceso al movimiento durante estos días está restringido.

2.- Disminuir los piensos

Dado el menor nivel de actividad al que someteremos a nuestros caballos, los requerimientos de nutrientes esenciales, así como el aporte de energía, también serán menores.
Por tanto, debemos reducir entre un 20% y un 30% los concentrados. No obstante, como esta reducción implica una disminución, en el mismo porcentaje, de minerales y vitaminas, es conveniente añadir a la dieta un complemento específico, como Vitaminer.
Así mismo, si esta reducción hace perder condición corporal a nuestro caballo, podemos restablecerla con un aporte extra de fibras de calidad o añadiendo aceites vegetales, en Covaza disponemos de Glycoil y Linomax3.
En los caballos de alto rendimiento, puede ser conveniente cambiar a un pienso menos energético. En Covaza recomendamos Hipic Horse o TECNOFIBER.

Y recordemos que los cambios en la alimentación hay que hacerlos siempre de forma gradual.

3.- Moverlos

El caballo es movimiento. La acción de caminar, trotar y galopar es fundamental para que todos sus sistemas funcionen correctamente.
Por lo tanto, aunque esté prohibido montar en este periodo, y especialmente si nuestro caballo está estabulado, debemos procurarle la posibilidad de moverse durante el máximo tiempo posible. Si tenemos la oportunidad, es una buena idea darle cuerda.

4.- Hidratarlos

No olvidemos que su nutriente más importante, en cualquier situación, es el agua, que constituye entre un 70-75% del peso de un caballo adulto y hasta el 85% de un potro.
Es básico que nuestro caballo tenga acceso a agua de buena calidad constantemente.
Si no fuera posible, debemos suministrársela siempre antes de cada comida.
Las necesidades de agua para un caballo en mantenimiento o nivel de ejercicio suave son de unos 5 litros por cada 100 kilos de su peso vivo. Por ejemplo, un caballo de 500 kg necesitará unos 25 litros de agua diariamente.

 

Entender las etiquetas de los piensos para caballos

Unidades Internacionales¿Qué son las U.I (Unidades Internacionales) que aparecen en las etiquetas de piensos para caballos?

Toda la información que contienen estas etiquetas está regulada por ley.

En las etiquetas de los piensos vemos que se declaran ciertos nutrientes, vitaminas, minerales, y, en algunas ocasiones, otros aditivos.

Las unidades empleadas son distintas según se trate de unos componentes u otros. Si son nutrientes (proteína, grasa, fibra…) se emplea el tanto por ciento (%). Si son minerales, la relación mg/kg. Y si son vitaminas, las U.I.

La Unidad Internacional mide la cantidad de una sustancia en función de su actividad biológica y no en función de su peso, volumen o longitud. Y es utilizada para “medir” las vitaminas entre otras cosas.

Pero, claro, para nuestra utilización en piensos debemos asignar un peso a cada vitamina.

Aquí tenéis las equivalencias de las principales vitaminas liposolubles:

1 UI de Vitamina A equivale a 0.3 microgramos (mcg).
1 UI de Vitamina D equivale a 0.0025 microgramos (mcg).
1 UI de Vitamina E equivale a 1 miligramo (mg).

Problemas de salud y comportamiento de los caballos relacionados con los vicios de cuadra


Caballo en box
Los caballos en su hábitat natural o salvaje se agrupan en manadas, recorren largas distancias y pastan durante unas 18 horas todos los días. Ahora, la gran mayoría de los caballos lleva una vida muy diferente: pasan la mayor parte del tiempo encerrados en un box, solo comen (y de modo abundante) dos veces al día, y en general tienen poco contacto con otros caballos.
 
Este cambio tan drástico en su forma de vida puede ser la causa de numerosos problemas de salud y de comportamiento. 
 
Por ejemplo, una estabulación prolongada y sin contacto con otros de su especie, a largo plazo puede producir aburrimiento y ansiedad, estrés e incluso miedo. Y las comidas cuantiosas a base de concentrados, con elevadas cantidades de grano, pueden provocar acidosis del intestino grueso y úlceras.
 
Ambas situaciones, a su vez, pueden ser el origen de los denominados vicios de cuadra, que también repercuten negativamente en la salud del caballo, como veremos a continuación.
 
Los vicios de cuadra son movimientos, acciones, o posturas repetitivas sin un fin concreto, y en general lo desarrollan animales en cautividad que no tienen la posibilidad de realizar su comportamiento normal. Estos vicios estimulan al caballo liberando endorfinas, cuya función es disminuir la ansiedad y generar bienestar. Una vez aparecen, son muy difíciles de controlar, reducir o anular por completo.
 

Estos son los principales vicios de cuadra:

 

caballo-con-tiro-del-aireTragar aire
El caballo fija sus dientes sobre una superficie dura, arquea su cuello y tira hacia atrás, a menudo haciendo un sonido ronco. Este hábito es especialmente difícil de eliminar porque el caballo experimenta un subidón de endorfinas mientras ejecuta el movimiento. Este vicio puede ser causado por desequilibrios dietéticos, malestar gastrointestinal o aburrimiento y, como siempre, cuando hay insuficiente ejercicio o actividad física.
Su principal consecuencia es el desgaste de los incisivos, que provoca que no pueda alimentarse correctamente, lo que puede derivar en pérdida de peso, o bien el desarrollo de cólicos por acumulación de gases y distensión abdominal.
 
Pataleo
El caballo golpea repetidamente con sus patas el suelo, o bien da patadas en paredes y puertas.  Esto, más allá de deteriorar las instalaciones, desgasta los cascos. Y ya sabemos que un desgaste excesivo del casco puede producir desde cojeras hasta contracturas a lo largo de toda la columna vertebral.
Este pataleo puede ser producido por diversas razones, como la ansiedad o el miedo. Es posible, por ejemplo, que un caballo no patalee en su cuadra, pero sí cuando sale de su zona de confort a concursos o espectáculos, por tratarse de un entorno desconocido.
El dolor también puede provocar el pataleo, por lo que, si persiste, deberíamos consultar a nuestro veterinario. Otra razón bastante común del pataleo es que se le haya enseñado a patear recompensándolo.
 
Caminar en el box
El caballo camina de un lado a otro o en círculos en su box. Este vicio puede ser un signo de malestar abdominal o bien otra manifestación de ansiedad.
 
Masticar madera
El caballo mordisquea los tablones de madera que hay a su alcance, tanto en el box como en un vallado. Aparte de los perjuicios que este vicio pueda provocar en las instalaciones, hay consecuencias para su salud, como tragarse una astilla y asfixiarse o herirse el paladar, la garganta o el esófago.
Este vicio puede ser una señal de que no hay suficiente fibra larga en su dieta o de que el caballo se aburre.
Para evitarlo, el caballo debe tener siempre a su alcance suficiente forraje, aunque sea sólo con el objetivo de que esté entretenido.
 
La estabulación de los caballos durante largos periodos de tiempo con escasa o nula actividad puede provocar, además, uno de los problemas digestivos más comunes. la acidosis del intestino grueso de la cual se derivan importantes disfunciones como cólicos por timpanismo (producción excesiva de gases) o infosuras (laminitis). A esta acidosis contribuyen decisivamente las dietas ricas en cereales y, por lo tanto, con elevados niveles de almidón y azúcares, que, por su exceso, se digieren en el intestino grueso en lugar de en el intestino delgado. Eso provoca una caída importante del Ph y la muerte de millones de microorganismos/bacterias (los/as que digieren la fibra), que liberan toxinas (endotoxinas) que pasan al torrente sanguíneo y originan la laminitis.
 

Con frecuencia, siguiendo una pauta adecuada de manejo, evitaremos la aparición de estos problemas y de los hábitos o comportamientos indeseables o al menos los minimizaremos.

 
Si no hemos podido prevenirlos, una vez se desarrollan, y aunque son difíciles de controlar por completo, podemos realizar cambios en su entorno y/o en su dieta que pueden ayudar a reducirlos. En cualquier caso, es importante tratarlos tan pronto tengamos constancia de ellos, bien consultando a nuestro veterinario o a profesionales equinos.
 
Permitir al caballo tener contacto con otros caballos en una zona de pasto cada día puede reducir la ansiedad y el aburrimiento. Esto también permitirá que el caballo libere la energía sobrante que acumula encerrado en un box.
 
Para algunos caballos, la mayoría de estos vicios se reducirán modificando su dieta, incluyendo más forraje y menos alimentos concentrados. Para otros -en especial los caballos de deporte que requieren gran cantidad de energía digestible- los suplementos nutricionales pueden ayudar. Balancer PRO, debido a sus propiedades nutricionales, asegura la ingesta de nutrientes esenciales como aminoácidos, vitaminas, minerales y probióticos para estimular y proteger la flora intestinal del intestino grueso.
 

Reforzar el sistema inmunológico del caballo a través de la nutrición

caballo-pastandoEl arte de elaborar la dieta de su caballo para ayudar a prevenir infecciones y enfermedades.

El medioambiente está lleno de bacterias, virus y otros microorganismos que pueden afectar negativamente a la salud de los caballos. Si el caballo está en óptimas condiciones, debe ser capaz de soportar la mayoría de las amenazas de estos agentes.

Pero los factores de estrés como el dolor crónico, los viajes de larga distancia, o los cambios ambientales de temperatura, presión y humedad, pueden comprometer su inmunidad. Alergias, reacciones de picaduras de insectos, pueden atacar un sistema inmune que está en permanente lucha.

Algunas infecciones y enfermedades están fuera de nuestro control, pero sí podemos influir estimulando la respuesta inmune de nuestro caballo mediante la nutrición.
Trabajar con un veterinario y un nutricionista para determinar con qué y cómo alimentar a nuestro caballo y reducir al mínimo su estrés es recorrer un largo camino hacia el mantenimiento de un equino sano y fuerte.

Consecuencias del estrés en los caballos

El estrés crónico, ya sea físico o mental, de los caballos debilita su sistema inmunológico. Cuando el cortisol, la hormona del estrés, se eleva, los agentes de enfermedades que normalmente no les perturban podrían hacerlo. Un ejemplo es el herpes virus equino (EHV), un organismo oportunista que puede permanecer latente en nuestro caballo hasta que algo (como el estrés) lo active y le dé la «oportunidad» de causar signos clínicos.

Factor de estrés evitable: el estómago vacío

Hay muchas situaciones que lo provocan: caballos que viajan largas distancias, o que se congregan en lugares extraños con caballos que no conocen, o que realizan un ejercicio duro…

Pero uno de los factores de estrés más comunes, el estómago vacío, es fácil de solucionar. Los caballos son «comedores-goteo» que evolucionaron para vagar y pastar libremente. El que no se les permita pastar a voluntad y trabajar en contra de la fisiología de un caballo también puede ser un detonante de estrés.

Esto se debe a que el estómago del caballo, a diferencia del nuestro, segrega ácido continuamente (no posee vesícula biliar), incluso cuando está vacío. Aunque la masticación produce la saliva, un antiácido natural, no puede ayudar a neutralizar el ácido del estómago si el caballo se quedó un tiempo sin nada que masticar.

Hacer ejercicio con el estómago vacío hace que el ácido salpique en las zonas no protegidas de revestimiento del estómago (la zona superior), y puede causar úlceras.

caballos-pastando

¿Qué debo dar a mi caballo para proteger su sistema inmunológico?

Pastos saludables. Bien gestionados, proporcionan al caballo muchos nutrientes importantes, como las vitaminas E, A y C. La hierba también es rica en ácidos grasos omega-3 en la proporción adecuada con los omega-6. Y dependiendo de la variedad de hierbas y trébol que crezca en nuestro pasto, podremos obtener unos niveles y calidad de proteínas adecuados.

Si bien el acceso libre a los pastos a menudo proporciona todos los nutrientes que un caballo en mantenimiento requiere, muchos caballos sanos dependen de forrajes henificados como su fuente principal de forraje durante la mayor parte del año. El forraje henificado pierde importantes niveles de sus vitaminas y omega-3 a lo largo de su almacenamiento, por lo que los caballos que consumen sólo este tipo de forrajes durante períodos prolongados de tiempo (más de tres o cuatro meses sin pasto fresco) pueden requerir de una alimentación adicional, aun proporcionando heno conservado o henolaje.

La mayoría de los caballos están bien con un pienso compuesto específico para su edad o nivel de ejercicio, reforzado con el nivel de aminoácidos, vitaminas y minerales recomendado. Pero si nuestro caballo muestra signos de depresión inmune (por ejemplo, los signos de infecciones respiratorias como tos y fiebre, aftas recurrentes infecciones bacterianas, fiebre, reacciones alérgicas y malestar general), es el momento de chequear los nutrientes de su dieta.

Enumeramos las vitaminas y minerales que puede necesitar nuestro caballo para cubrir las deficiencias nutricionales y mantener un sistema inmunológico saludable.

caballo apaloosa pastandoVitamina E
Un poderoso antioxidante intracelular. Los antioxidantes protegen contra la enfermedad mediante la neutralización de los radicales libres dañinos, producto del estrés.
Un grupo de investigadores americanos examinaron los efectos de la vitamina E sobre el sistema inmune de caballos mayores en dosificaciones 15 veces superiores a los niveles recomendados. Encontraron que los caballos que recibieron suplementos de vitamina E tenían mayor capacidad de luchar contra las bacterias y producir mayores cantidades de inmunoglobulinas.

Sin embargo, la profesora Carey Williams, del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad de Rutgers, descubrió que con sólo 10 veces la dosis recomendada de vitamina E en caballos sanos interfirió en la absorción de la vitamina A.

Por lo tanto no se recomienda la administración de suplementos en exceso, incluso en caballos crónicamente estresados.

Hay cuatro tipos diferentes de vitamina E: α, β, γ, y δ tocoferoles. De ellos parece ser que la forma más efectiva y abundante sea la α-tocoferol, el tipo más empleado en la fabricación de piensos para caballos.

La vitamina E, además, puede ser de origen natural o sintético. Hay indicios, pero no los suficientes, para decir que la vitamina E natural es más eficaz como un refuerzo al sistema inmunológico que la vitamina E sintética; sin embargo, la forma sintética es más estable y, por lo tanto, tiene una vida útil más larga.

La vitamina E funciona en paralelo con compuestos de selenio que también sirven como antioxidantes. Investigadores de la Universidad de Kentucky encontraron que los caballos con una baja concentración de selenio en sangre experimentaron una respuesta inmune retardada a las vacunaciones.
Sin embargo, el selenio puede ser tóxico en grandes cantidades (tiene un estrecho margen de tolerancia), por lo que los caballos sólo deben ser complementados si se detecta claramente un déficit y los niveles a suplementar debe ser bajos (por debajo de 5 mg / día para un caballo de tamaño medio).

La vitamina A
En los seres humanos es necesaria para la regeneración normal de las mucosas dañadas por una infección. La encontramos en grandes cantidades en el hígado y en los aceites de hígado de ciertos pescados. En las plantas no se encuentra la vitamina A como tal, sino en forma de precursor o provitamina (carotenos) siendo el más importante el beta caroteno, que los caballos utilizan para producir vitamina A. Los beta-carotenos, vitamina E y vitamina C trabajan sinérgicamente para reducir las inflamaciones y proteger las membranas celulares constituidas por lípidos contra los efectos dañinos de los radicales libres.

La forma activa de la vitamina A (retinol) es tóxico en niveles cinco veces superior al nivel recomendado.

La vitamina C
Neutraliza los radicales libres a través de su capacidad de donar electrones. El hígado del caballo normalmente sintetiza la vitamina C en cantidades más que suficientes y libera y la excreta durante los períodos de estrés prolongado.

Sarah L. Ralston, profesora asociada de la Universidad de Rutgers sostiene que el aumento de la susceptibilidad a las infecciones de los caballos más viejos podría ser debido a la secreción continuada y elevada de cortisol, asociada con la disfunción hipofisaria (enfermedad de Cushing equina).

Ralston encuentra en la vitamina C un complemento eficaz en la reducción de los efectos de los viajes estresantes. «Hemos comprobado que después de la tensión prolongada por transporte, la suplementación oral de la vitamina C dos veces al día es beneficioso para los caballos en los primeros días después de la llegada», explica.

Ácidos grasos omega-3
Se ha demostrado que reducen la inflamación así como la respuesta inflamatoria alérgica en otras especies.

Investigadores de la Universidad del Centro de Investigación Equina de Guelph encontraron evidencia de que la linaza, fuente de ácidos grasos, potencialmente puede reducir la respuesta inflamatoria alérgica en caballos sometidos a picaduras de mosquitos (Culicoides). Los ácidos grasos omega-6 pueden exacerbar la respuesta inflamatoria si se toman en grandes cantidades, pero los omega-3 hacen justo lo contrario: ayudan a reducir la inflamación.

Los ácidos grasos omega-6 son la forma predominante en aceites vegetales tales como el maíz y la soja que se utilizan comúnmente como aporte calórico en la fabricación de alimentos para caballos.

Si se administra en cantidades razonables (menos de 2 tazas por día a un caballo de tamaño medio), no deben representar una amenaza para el sistema inflamatorio de un caballo. La actividad de algunos ácidos grasos omega-6 es beneficiosa, ya que la inflamación es otra manera que el cuerpo tiene de combatir las infecciones.


La proteína de alta calidad

Por lo menos el 8% de la dieta de un caballo debe ser proteína bruta de alta calidad, pues todos los aminoácidos esenciales en la proporción adecuada para permitir una adecuada síntesis de proteína corporal. Esto permite que el sistema inmune pueda producir anticuerpos y enzimas y reparar los tejidos.
Las fuentes de proteínas de alta calidad para los caballos son las leguminosas como la alfalfa, el trébol y la soja.

Para los caballos alimentados con heno de hierba de menor calidad, habría que añadir gránulos de heno de leguminosas o pellets diseñados según la edad del caballo o su nivel de trabajo para proporcionar proteínas de alta calidad. Piensos compuestos preparados con altos contenidos en aminoácidos que nos aseguran el aporte de los mismos.

Todo esto siempre teniendo en cuenta, según la edad o nivel de actividad del caballo, y cuáles son sus requerimientos.

Vitaminas del grupo B.
Este grupo de vitaminas en los caballos sanos son sintetizadas por la población microbiana del intestino grueso, y sumadas a las que se encuentran en los alimentos, pueden cubrir las necesidades requeridas por la mayoría de los caballos adultos en mantenimiento.
Estas vitaminas son solubles en agua, y este grupo lo forman la tiamina B1, riboflavina B2, ácido nicotínico B3, piridoxina B6, ácido pantoténico, cobalamina B12, biotina, ácido fólico y colina.

Estas vitaminas son fundamentales e intervienen en multitud de funciones metabólicas como en la digestión, la formación de la piel y los cascos, el pelo, los vasos sanguíneos, la síntesis de proteínas, la salud del sistema nervioso y la producción de energía en todas las especies, que las necesitan en más cantidad durante los periodos de estrés. Sin embargo, en los caballos sólo la tiamina se ha demostrado clínicamente que es necesaria durante los períodos de estrés prolongado. Los científicos no han documentado déficit de las otras vitaminas en los caballos.

Todos los piensos para caballos formulados por COVAZA Nutrición Equina contienen todas las vitaminas y minerales anteriormente mencionados, de acuerdo con las investigaciones más recientes sobre los requerimientos nutricionales equinos.

Advertencias y conclusiones
Para mantener sano su caballo o ayudar a sanarlo, comience por atender la respuesta al estrés.

Es muy importante, antes de suplementar a un caballo, conocer en cada momento sus necesidades reales y los efectos de dichos suplementos.

En principio, un pienso de calidad debe contener ya las vitaminas y minerales que precisa un caballo sano para mantenerse saludable siempre que tenga acceso suficiente a forrajes de calidad y exista un manejo nutricional adecuado.

Asesórese siempre con un profesional de la nutrición equina, que le resolverá estas y otras dudas para alimentar saludablemente a su caballo.

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Los carbohidratos y los caballos

En la dieta alimenticia de nuestros caballos no pueden faltar los carbohidratos, principios inmediatos de los alimentos, que contienen carbono, hidrógeno y oxígeno.

Los podemos clasificar de dos maneras: según su función en la planta y según la manera en que son digeridos y utilizados por el organismo de los caballos, aspecto en el que nos centraremos.

Los carbohidratos pueden ser digeridos/absorbidos por el caballo como monosacáridos (sobre todo, glucosa y fructosa) en el intestino delgado, o pueden ser fermentados en el intestino grueso produciendo ácidos grasos volátiles o ácido láctico. Así, en este grupo encontramos: carbohidratos hidrolizables, carbohidratos rápidamente fermentables y carbohidratos lentamente fermentables.

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Entonces, ¿cuáles son los buenos?

Depende. El nivel adecuado de cada carbohidrato estará en función del carácter del caballo y de su actividad.

Los carbohidratos hidrolizables (como el almidón) son importantes en caballos de competición, ya que éstos necesitan cantidades considerables de energía. El almidón, tras su digestión en el estómago e intestino delgado, se transforma en glucosa, y ésta es el mayor sustrato para la síntesis de glucógeno que, a su vez, es el combustible que necesita el músculo del caballo para trabajar. La mayor parte del glucógeno se almacena en el hígado y en menor medida en las células musculares.

Pero, y esto es importante, un exceso de glucosa en sangre puede contribuir o agravar ciertos problemas/enfermedades en caballos tales como la rabdomiolisis o enfermedad de los lunes y miopatía equina de acumulación de polisacáridos, ambas, enfermedades musculares.

Además, si la dieta del caballo es demasiado elevada en almidones, es probable que no todos se digieran en el intestino delgado y que pasen al intestino grueso, lo que puede producir ácido láctico y desencadenar una secuencia de efectos que pueden culminar en laminitis.

Casi todos los alimentos empleados en caballos contienen almidón en mayor o menor medida, excepto los aceites y las grasas (con un 0%), y, en una escasa proporción, los forrajes  y los subproductos fibrosos de oleaginosas. Sin embargo, los subproductos de cereales (salvados de trigo, avena, maíz)  pueden contener hasta un 40%. Ni qué decir que los cereales, por supuesto, también los contienen, y hasta niveles cercanos al 75%.

mix de Covaza

Los carbohidratos rápidamente fermentables, por su parte, están formados principalmente por pectinas, otro de los sustratos para la generación de glucosa en los caballos. No es habitual que el caballo ingiera un exceso de pectinas y, de hacerlo, no hay peligro.

Por último, los carbohidratos lentamente fermentables son esenciales para mantener una flora bacteriana, o un entorno microbiótico, saludable. Estos carbohidratos se encuentran en los forrajes de calidad, hierbas, henos, alfalfas…

Nunca nos cansaremos de decir, que el aporte suficiente de forrajes de calidad evitará en gran medida la aparición de úlceras y cólicos en nuestros caballos.

En resumen, la dieta de nuestros caballos debe contener carbohidratos de los tres tipos, pues todos son necesarios para su nutrición óptima, pero en las cantidades adecuadas para cada tipo de caballo.

De ahí la importancia de apostar por piensos equilibrados y por un manejo adecuado para complementar la nutrición de nuestros equinos. Y el forraje debe ser, siempre, la base de la alimentación de los caballos.

pellets de Covaza

La vitamina E en los forrajes

¿Sabías que…
… podemos encontrar abundante vitamina E en los forrajes?

Hay que tener en cuenta, además, que es preferible la hierba tierna a la madura y que las hojas contienen 20-30 veces más Vitamina E que los tallos.

Durante la henificación, la pérdidas de vitamina E en la planta pueden llegar al 90%, mientras que en los forrajes conservados y henolajes esas pérdidas son menores.

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